
Y te diría que te odio, pero es que no es así...
Si lloré y en cierto momento deseé odiarte...
Pero ya no pierdo mi tiempo en intentarlo, no quiero...
Simplemente debo de pensar que esos momentos en los que fui feliz...
Te acuerdas, aquella vez sentados en aquella roca, la brisa nos acariciaba y las gotitas de mar adornaban mi pelo...
Esa noche cuando empezastes a hacerme cosquillas y eché a correr detrás tuya por el puerto hasta terminar sentados unos encima del otro besandonos sin apenas poder respirar...
O aquella vez en la playa, pero esa vez eras tu el que corrias detras de mí y terminamos revolcandonos por la arena...
Aquella vez que por primera vez nuestros cuerpos se unieron y yo grite que si me querías, porque el miedo se apoderó de mi cuerpo, tu repetiste tanta veces cuanto lo hacías que el miedo salió corriendo...
Simplemente, aquella vez en tu casa, casi llorando me susurraste cuanto me querías...
Cuando me contabas tus secretos conmigo encima de tu pecho y terminabamos comiéndonos las boca...
Aquella noche mirando las estrellas que me prometiste que siempre estarías cuidándome que yo era tu princesa de sueño y realidad...
Pero ya solo son esos meros recuerdos, que yo llevaré grabados en mi memoria y tu lo echarás al olvido...
Ahora solo puedo decir que no importa que tu fingieras... ¡¡¡FUI FELIZ!!!