miércoles, 16 de julio de 2008

Tú... solo tú...


Miraba a mí alrededor y no veía la puerta que me llevaría de nuevo a la felicidad y caminaba… Y caminaba, a veces el camino se hacia corto pero otras mis lagrimas lo inundaban todo haciéndome incluso, a veces, retroceder y de nuevo tenia que volver a empezar…
Todavía me quedaba mucho por recorrer, no quería mirar atrás y tornar mi presente, e incluso mi futuro en un pasado que no merecía la pena recordar…
A cada paso que avanzaba una nube desaparecía, todo parecía que iba mejorando, mis ojos ya no se encharcaban en cada oportunidad que tenían, pero a veces, aún recordaba…

Ya estaba cansada de la misma historia, de las mismas CITAS que nunca alcanzaban ni las 24HORAS:

Luces, música, un baile, un roce, un hola... todo siempre igual, sabes como empezará y probablemente como terminara... En cualquier esquina devorándoos la boca, descubriendo lugares ocultos del otro, sabiendo que quizás nunca más volverás a probar ese cuerpo que una vez, en no sé donde, a saber cuando, jugaba al amor...

No quería más noches de placer con sabor a vació

Mis miedos seguían rondando por mi cabeza… Siempre es más fácil jugar al amor sin sentimiento de por medio… Él todavía no estaba ahí para besar cada miedo uno a uno hasta hacerlos desaparecer…
Pero entonces apareció un día así como es el, con ese aire, con esos ojitos, con esa carita de niño revoltoso que adquiere cuando se ríe…

Fue en una de esas noches, en los que el cielo resplandecía, a lo lejos podíamos percibir el canto de las RANAS, la luna nos miraba con descaro y las estrellas… ¿Dónde estarían las estrellas?... Y allí las vi, allí las hallé, descansando en el mar de sus ojos…
Como explicar que yo no quería y el tampoco, pero nuestros corazones nos la jugaron en contra… Ya ha pasado un poco de tiempo desde aquel entonces y ahora…

Me acostumbré a ser feliz y ya no sé estarlo si no estás...

No hay comentarios: